jueves, 22 de octubre de 2009

Pensamientos de mi mente retorcida y difusa

El primer café que visible mente ante mi mirada fría y cansada coloco una adorable sonrisa en el rostro hermoso y delicado de mi primera hija.
Una oleada de satisfacciones se estremecen en mi interior vació, escapando de sus cadenas y naciendo nuevamente en una noche de luna llena, cuando las gárgolas de piedra se derriten lentamente, gracias al calor que produce el corazón palpitante de mi primera hija, y vive.
Junto a su alma gemela, que sus dos presencias perfecta mente moldeadas se unan en abrazos y besos profundos y sublimes.
El invierno recién comienza, lentamente... gentilmente... las moradas en la oscuridad de sus pensamientos, ocultando para siempre reflejos apagados, siguiendo el sendero de la luz, tu deber, tu destino.
Vive con total gratitud a todo lo que el creador te ha dado.
Comparte tu sabiduría con tus seres y otras almas, cantale a la infinidad tus recuerdos y secretos hasta que seas parte de ella.
Revisa cuidadosa mente las cicatrices de tu alma. Aprende y sonriele al viento, enamorate una y otra vez del mundo pero sobre todo no olvides recordar por siempre esta eterna felicidad, así escucharas las notas viejas que el creador ha hecho solo para ti... para ti y nadie mas.
Me fundo rápidamente en el mar salado de las palabras y lloro de alegría gracias a la satisfacción de poder flotar, percibir los sentimientos imposibles y perderme de nuevo en un desierto fabricado por mis propios sueños.
Asumiendo las consecuencias de mi misión ya cumplida dejo esta vida para aprender mas solo con mi existencia.
Mi primera hija me llama y observo con cierto grado de perplejidad a su alma gemela, con rastros de huellas que no se tratan de esconder y una mirada que sin saberlo presencio milagros.
Espero nunca fallarte mientras repito frenéticamente en mi cabeza: En ningún instante me olvides, en ningún instante me olvides...
Rezo a mi Dios y camino hacia el árbol seco de mi vida.
En estos momentos solo puedo asegurar una cosa...
te amo y me despido con este ultimo suspiro.

No hay comentarios: