Sentirse solo no es lo único.
Porque quizás nunca estarás completa mente solo.
Porque la inocencia que reflejas es incomparable.
Porque eres lo mas importante para mi en este mundo.
Sam.
Al principio negaba que aquello hubiese pasado aunque después de un rato me di por vencido, por supuesto que aunque sabia lo que era eso me aterraba demasiado. Yo amaba a mi hermano, lo seguía amando.
Mientras escuchaba la melodía de la pequeña caja de música me recoste en mi cama.
-Que sucede?, porque me haces esto?- pregunte en voz alta, por supuesto que no hubo respuesta.
Di algunas vueltas en la cama y me quede dormido, desperté con una cálida sensacion en mi piel, al principio agradable pero cuando abrí los ojos vi que el estaba recostado a mi lado, como una persona de carne y hueso, retrocedí asustado hasta que la pared me detuvo, el me miro nostálgico.
-Alexander?.... Tu me temes?- dijo con mucha tristeza en su voz y en su rostro. Me observo y después se volteo, dando me la espalda.
-Hermano- susurre alargando mi brazo hacia su hombro, no logre voltear lo así que me recoste sobre el y en ese momento sus ojos se encontraron con los mios, tal vez un pequeño signo de consuelo de su parte.
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